Arturo López Rodezno, uno de los grandes artistas plásticos de América Latina en la primera década del siglo pasado, les heredó a los hondureños decenas de obras valiosas, pero muchas de ellas pasan inadvertidas por las nuevas generaciones.
Inclusive, regidores y alcaldes de San Pedro Sula, que, por lo menos, una vez al mes y durante cuatro años han tenido la obra ante sus ojos desconocen que el creador de ella es el extinto maestro copaneco. En una de las paredes del Salón Consistorial de la Municipalidad de San Pedro Sula, donde los ediles celebran sesión el segundo y último jueves de cada mes, se destaca una obra pictórica de Rodezno. Este artista que nació en Santa Rosa de Copán en 1908 y falleció en 1975. Egresó de agronomía en La Habana, Cuba, pero allí mismo decidió iniciar su carrera artística. En la Escuela San Alejandro de esa ciudad, estudió pintura, y luego se trasladó a la Academia Juliane de París, Francia.
Rodezno, cuyas obras se distinguen por un estilo realista y neofigurativas, resume en la obra pictórica del Salón Consistorial el ajetreo cotidiano en el cual se encontraban inmersos los trabajadores de las fincas bananeras de la costa norte en las primeras décadas del siglo XX.
Tres hombres (dos ladinos y un negro), en un primer plano, cargan en sus hombros racimos sumamente pesados de bananos, mientras otros, en el fondo, cortan la fruta en un ambiente dominado por trabajo incesante. En su momento, uno de los más laureados de Centroamérica, recibió en 1955 en el Vaticano la condecoración la Gran Cruz de la Orden San Silvestre Papa, concebida por el Papa Pío XII, la Gran Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana, Roma, Italia, en 1957, y la Encomienda de la Orden del Águila Azteca, México, 1966.
Con el ánimo de rendir un homenaje, en septiembre de 2010, el Museo para la Identidad Nacional (MIN), durante su exposición y subasta IDEARTE, exhibió en Tegucigalpa dos obras del artista: Foro Imperial-Roma (1954) y Abstracciones (1968).
TAMBIÉN EN BILLETES
Hace tres décadas atrás, la creación artística de Rodezno estuvo en la mano de todos los hondureños. Inclusive, las secuelas de su obra aún persisten en los billetes actuales. El primero billete de un lempira, emitido el 16 de marzo de 1951 e impreso por la compañía Waterlow & Sons, en su anverso llevaba impreso una paisaje de las Ruinas de Copán (una estela y una escalinata), creación de Rodezno. Del diseño este connotado artista se desprendieron otros sobre la misma temática, como el que lo desplazó en 1961, que consistió en la figura del Dios del Maíz.
Inclusive, regidores y alcaldes de San Pedro Sula, que, por lo menos, una vez al mes y durante cuatro años han tenido la obra ante sus ojos desconocen que el creador de ella es el extinto maestro copaneco. En una de las paredes del Salón Consistorial de la Municipalidad de San Pedro Sula, donde los ediles celebran sesión el segundo y último jueves de cada mes, se destaca una obra pictórica de Rodezno. Este artista que nació en Santa Rosa de Copán en 1908 y falleció en 1975. Egresó de agronomía en La Habana, Cuba, pero allí mismo decidió iniciar su carrera artística. En la Escuela San Alejandro de esa ciudad, estudió pintura, y luego se trasladó a la Academia Juliane de París, Francia.
Rodezno, cuyas obras se distinguen por un estilo realista y neofigurativas, resume en la obra pictórica del Salón Consistorial el ajetreo cotidiano en el cual se encontraban inmersos los trabajadores de las fincas bananeras de la costa norte en las primeras décadas del siglo XX.
Tres hombres (dos ladinos y un negro), en un primer plano, cargan en sus hombros racimos sumamente pesados de bananos, mientras otros, en el fondo, cortan la fruta en un ambiente dominado por trabajo incesante. En su momento, uno de los más laureados de Centroamérica, recibió en 1955 en el Vaticano la condecoración la Gran Cruz de la Orden San Silvestre Papa, concebida por el Papa Pío XII, la Gran Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana, Roma, Italia, en 1957, y la Encomienda de la Orden del Águila Azteca, México, 1966.
Con el ánimo de rendir un homenaje, en septiembre de 2010, el Museo para la Identidad Nacional (MIN), durante su exposición y subasta IDEARTE, exhibió en Tegucigalpa dos obras del artista: Foro Imperial-Roma (1954) y Abstracciones (1968).
TAMBIÉN EN BILLETES
Hace tres décadas atrás, la creación artística de Rodezno estuvo en la mano de todos los hondureños. Inclusive, las secuelas de su obra aún persisten en los billetes actuales. El primero billete de un lempira, emitido el 16 de marzo de 1951 e impreso por la compañía Waterlow & Sons, en su anverso llevaba impreso una paisaje de las Ruinas de Copán (una estela y una escalinata), creación de Rodezno. Del diseño este connotado artista se desprendieron otros sobre la misma temática, como el que lo desplazó en 1961, que consistió en la figura del Dios del Maíz.
Arturo López Rodezno desempeño el cargo de director de Escuela Nacional de Bellas Artes entre 1940 a 1952. Algunas de sus obras se encuentran en Tegucigalpa, también en San Salvador.
Creditos: a Diario Tiempo por tan gentil biografia para mi demuestra que Honduras tambn tiene su lado bueno
y que los Hondureños deberian de saver mas por su historia (que tiene mucha por cierto) y dejar otras culturas que no nos pertenecen Gracias por su tiempo y Muchas gracias akellos que leyeron el post y no solo lo miraron por encima bueno eso fue todo chaooo...
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